Calendario lunar

EL ÁNGEL SE MORÍA Y NOSOTROS ÉRAMOS DEMASIADO SOLOS (Alberto Muñoz)

En estos días de crecidas y sudestadas fueron arrimando a la orilla nuevas verdades desafiantes. No voy a regirme en mis registros de entrenamiento por el calendario gregoriano, sino por el lunar. Más alineado que alienado con mi ciclo menstrual ya que mis hormonas mutan cada quince días y me oscilan entre súper heroína y decadente musculatura flácida. 

Por lo tanto en los registros de entrenamiento físico espero se verá reflejado esta oscilancia y constancia que me rigen y orientan. Siendo mujer menstruante que quiere entrenar fuerta y además registrar cambios en su peso y medidas y cantidad de repeticiones es necesario (justo y político) tomar en cuenta las distintas fases del ciclo menstrual por el que todxs atravesamos ya que esto influye enormemente en el entrenamiento (con su inflamación, dolor y retención de líquidos correspondiente) pero también con sus cambios de humor y florecer creativo. 

 


Si me maravilla el hecho de que la luna influya en las aguas de esta manera, pecaría de soberbia no contar con que ella no influye en mis aguas. 

Esto me habilita a la vez una libertad que nunca antes me dí en los proceso creativos (la gran mayoría frustrados) y ni que hablar cuando respondían a imaginarios de otrxs. 
El otro día reflexionaba sobre lo difícil que es también ser buena intérprete. 

Ya está por comenzar el segundo mes. Quiero priorizar las salidas al río. Estar disponible para que la magia ocurra. No encontrarle un lugar en la agenda, sino que mi agenda se organice en función de él. 

EL RÍO ELIGE CUANDO LO VISITO, NO YO. 


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