Se acerca el fin del tercer trimestre, es momento de rendiciones

Se acerca el fin del primer trimestre de este tiempo de investigación-acción en el que busqué llegar al Ecuador de mi estado físico para poder dar inicio a los ensayos. Me sorprenden las ganas de bailar, cantar y escribir que siento. Me compré un micrófono de karaoke y se despertó un espíritu lúdico y luminoso. 
Al fin. 

Nunca entendí porqué cada vez que ensayaba para otrxs o hacía obra o estudiaba y avanzaba de manera veloz en la carrera me oscurecía tanto y creo que ahora puedo ver que era por entregar mi tiempo mi energía y mi imaginario a otros asuntos y personas, que si bien me nutrieron, tenían más que ver con las obligaciones que con mi propio disfrute. Si bien no dejé la facultad y sigo respondiendo a los tiempos académicos el imponer, a veces a la fuerza, un lugar de privilegio a mi imaginario me permite darme oportunidades para reír y también para desarrollar ideas, sean visuales, de movimiento, de sonido o texto. 



Otro aspecto que me está ayudando de maneras que nunca habría sospechado es el hecho de presentarme en subsidios. Me ordena y a la vez obliga a sentarme y escribir pensando en que voy a ser leída. Me conecta con el afuera y a la vez me refleja mi búsqueda. 



Tengo la misma sensación con las clases que estoy dando, en las que puedo investigar a la par de las personas que asisten y entablar un diálogo curioso y súper estimulante. Eso me dí cuenta ya que por dinero acepté unas horas para reemplazar a una amiga y medio que me arrepiento. Fue lindo ver que el sueldo se abultó y ya estoy pensando en comprar una esfera de luces que responde a estímulos sonoros o una barra de entrenamiento para poder rediseñar una rutina que pueda hacer en casa y no estar tan atada a los horarios del club. 


Fui a remar varias veces y me hice muchas ampollas, vi a una garza acecharme en la laguna y cagar al lado mío en señal de defensa del territorio. Sumé el trabajo aeróbico y se refleja en mi cuerpo y aire. Y cada vez que me sentí mal o apesadumbrada por el estrés salí al río, recibí la tibieza del sol del otoño y aspiré enormes bocanadas de aire fresco, oxigenado y liviano. 

Ya estoy en un buen estado cero para empezar a ensayar. Indagar sobre los procesos creativos de músicos me ayuda mucho para pensar en la obra, no tanto en la conferencia performática. Creo que ya tengo suficiente material para redactar una y presentarla. Apareció la opción de Barcelona y me resulta muy atractiva pero no puedo dejar de percibir que en Argentina las cosas se están poniendo cada vez más difíciles y no sé si podré costear algo así. 

Cuidar la creación del propio arte no sólo tiene que ver con imaginarios y seguridades o autoestima. También los factores económicos y sociales me atraviesan. El otro día volviendo tarde en el tren de dar clase se sentó un tipo al lado mío y empezó a masturbarse, los de seguridad se pusieron más gedes que ese colifa que ante el grito y el reto se bajó del tren. Siento todo tenso y las respuestas me resultan exageradas, como resultado de un hartazgo y haber llegado a un punto en el que lo aprendido ya no da resultado. En ese momento vuelvo a mi mundo interior, a cantar y jugar con mi cuerpo y mi voz y me rescato, tomo coraje para volver a salir al día siguiente. 

Si la cultura es atacada por la economía, cada vez estoy más convencida de que es para que nos deprimamos, asustemos y acatemos órdenes. 

Dolor de garganta producto del cansancio al integrar en el trabajo vida y arte e invsetigación todo. 

Rever horarios porque los traslados también me agotan, aunque sirven para conectar con la música y los sonidos que quiero para mi perfo. 

La salida al rio puede ser tanto entrenamiento como ensayo o ambas cosas a la vez. llevar celular y soporte de brazo para tomar fotos y auriculares por si quiero grabarme 

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