Temporada de La Rosa de Mis Vientos


El otro día, pensando en el título que podría ponerle a la ponencia a presentar en Tandil este año, llegué a la idea de que esa especie de rosa de los vientos que dibujé en el rollo de papel sería la que identifique esta nueva etapa en la que siento que estoy entrando. 

Se suman varias cosas, el final de la cursada de la licenciatura, el cambio político de mi país y con ello la crisis socio-económica que se está desencadenando. Esto además de afectar mucho a sectores medios y bajos, modifica varias de las condiciones laborales que pude sostener durante lo que fue La Memoria del Anzuelo. 

Sabía que lo hecho, calculo que hasta la escritura del capítulo dle libro con la ponencia que presenté en Barcelona y en la Alianza formaba parte de un período en el que ya no me reconozco. Bastante amateur pero con herramientas de profesional y a la vez un poco caótico, como cuando el anzuelo atrapa basura abajo del río y te hace pensar que en realidad atrapó un pez gordo. Ese trabajo no es basura, para nada, pero sí una maraña de temas y cosas que se despertaron que me hicieron transitar una temporada bastante introspectiva sobre el lugar desde donde hablo ahora y desde donde me paro y hacia dónde quiero ir. 

Por eso, pensar en una brújula y que sean los ejes: cuerpo - voz - palabra - movimiento, me ayuda no sólo a pensarme y orientarme en el caos de una improvisación, sino también que de ahí se desprenden clases a tomar, entrenamientos a reforzar, lugares por dónde andar. La escena vuelve fuerte, de hecho me reconecté con ese deseo que intenté consolar en la academia pero ya se me hacía vicio. Los libros son mi refugio, mi cueva, intento que no lleguen al punto de encierro o claustro en el que me pierda lo que está pasando. Volví a ser público de teatro. Registré mi performance en Argentores y creo que ahí puede verse el hito en el que empecé esta estapa. La Rosa de Mis Vientos. Estoy con ella organizando, profundizando, incluso perdiéndome para usarla como herramienta de guía o registro de las exploraciones de mis vientos, que son los ejes que orientan mis investigaciones. 

Me encanta este nombre además porque trae mi pasado scout, es algo que me enseñó a dibujar mi papá con el compás cuando era chica, forma un mandala exquisito y es tan visual como conceptual. 

El título de la ponencia obviamente lo incluye y con esto daré por inaugurada esta etapa de una exploración más sistemática, profesional, académica y lúdica. Porque ya lo aprendí en el profesorado, todos los juegos tienen reglas. Sino son meras exploraciones. No es ni mejor ni peor, pero si voy a desarrollar una metodología lúdica, tengo que tener en cuenta este aspecto. 

Veré hasta dónde me lleva, por lo pronto incluye a la perfo de mi abuelo con su exposición en la Alianza (empecé y terminé el año ahí) el ensayo que presenté para el final y la ponencia de la UNA (horrible momento) y la próxima a darse en Tandil (espero que sea mejor) Tal vez lo presente para una revista de México (no abren el link todavía) y la voy a proponer la perfo para hacerla en SAGAI. También incluye el preludio de Mi Elefante Rosa, un musical. Obra que estoy bocetando, jugando, dibujando, nutriéndome hasta el punto que empecé a pensarla desde el vestuario, estoy tocando la guitarra y espero con mucho entusiasmo las clases de dramaturgia. 

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